Hoy no me quise bañar en la mañana, lo del agua fría esta muy duro para enfrentar esta mañana. Así que preferí llegar más temprano al salón para tener más tiempo para mi práctica personal. Luego de esto los demás compañeros de mi curso guiaron una práctica. En las mañanas no solo somos los alumnos los que llegamos al salón, también llega gente del pueblo a practicar o a recibir terapia. El salón principal es un espacio público donde cualquiera puede llegar a cualquier hora a practicar o meditar. Cuando vi que mis compañeros estaban pasando uno por uno a enseñar un asana empecé a ponerme nerviosa. A mi nadie me aviso de esto. ¿Y si yo también tengo que pasar al frente? No estoy preparada, que nervios. No puede ser, apenas es mi segundo día, no me pueden hacer esto.
Cabal, Guruji me llamo enfrente de todos y me pregunto si quería pasar a enseñar algo. Me dieron tantos nervios y le dije que no estaba preparada. Es una mulada que me haya paralizado así porque si conozco más de algún asana, llevo un año de dar clases en Guate, no debería de pasarme esto. Si es obvio que conozco varias asanas. Pero no sé, mi mente se quedo en blanco. Me dieron demasiados nervios. Sentí mucha responsabilidad enseñar frente a alumnos que están super avanzados y frente a gente que lleva años de practicar. Pero mañana me tengo que animar, si o si.
Después de que los compañeros guiaran la práctica Guruji guío una meditación para desbloquear manipura. Este es el chakra que se encuentra en el ombligo. En este chakra guardamos el enojo y el miedo, la forma de expulsarlo es con exhalaciones fuertes con fuerza desde el abdomen. Hay que entrar primero en un estado de meditación y luego hacer estas exhalaciones. Fue super loco. Mi estomago empezó a moverse solito y mi cuerpo entero a temblar. Estos eran movimientos involuntarios, no era algo que yo podía controlar. Guruji solo me decía que lo sacará todo, que no me resista.
Fue algo así como cuando la gente en las iglesias evangélicas se tiran al suelo y tiemblan. A la larga ha de ser lo mismo, es pura energía fluyendo. No se trata de cierto dios en especifico. Sino de nosotros mismos, nosotros somos un pedacito del universo, nosotros somos dios.
Al terminar esta meditación regrese a mi estado normal de consciencia. Me sentía más liviana, estoy segura que en ese momento baje de peso. Esa meditación me dejo sonriente por el resto del día. Asombrada, agradecida y sintiéndome más limpia. Estas cosas son reales, la meditación es la mejor medicina. Hasta hoy lo puedo decir y creer con totalidad. Antes era un poco escéptica y no muy lograba llegar a estos niveles, pero este lugar y esta gente han sido mágicos para mi.
Después de esto fuimos a desayunar. Sandía, avena y más té chai. Luego tuvimos otra clase teórica en donde seguimos el estudio de Hatha Yoga Pradipika. Esta clase la dio la Dra. Abhinav. Desde que entré a la clase y la vi supe que era un mujerón, se le nota. Hoy estudiamos yama y niyama. Dos cosas muy importantes en yoga que todo el mundo en occidente olvida incluir o al menos no se enseñan lo suficiente. Son varias y no me voy a extender explicando todas. Pero a grandes rasgos yama es la conducta social de un yogi y como esta afecta a la sociedad. Esto tiene que ver con que comemos y como nos comportamos con las demás personas. Se me hace muy parecido a los 10 mandamientos del cristianismo solo que más concretos, menos confusos y más objetivos. Son 5 según Patanjali, uno de los padres del yoga sobre todo del ashtanga, ahimsa (no violencia), satya (hablar la verdad siempre), asetya (no robar), brahmacharya (castidad y control de los sentidos) y aparigraha (no ser una persona acumuladora). Estos yamas ya los había estudiando en mi entrenamiento de 200 horas de Guate pero estuvo bueno refrescarlo y aprender cosas nuevas.
Por ejemplo, la profesora dijo algo bien lindo, "siempre va haber lluvia pero nuestra sombrilla es ahimsa". Eso quiere decir que si vivimos de acuerdo a ahimsa eso va permitir que tampoco nos hagan daño a nosotros porque nuestro aura se va fortalecer y nos va proteger de manera que quien nos quiera hacer daño a la hora de la hora no va poder, nuestro aura/nuestras vibras lo van a ahuyentar. La violencia es la lluvia. La sombrilla es ahimsa, nuestra protección. Y eso sucede con todos los demás yamas, algo así como "lo que siembras cosecharás."
Ella dice que vivir de acuerdo a los yamas y niyamas hace que tengamos poderes. Poderes que cualquiera puede llegar a tener pero que primero hay que cultivarlos. Dice que cualquiera los puede tener porque todos somos dios, porque todos somos universo. Y como dice la frase en mi cuarto, somos uno cuando nos disolvemos en la consciencia suprema.
¿Ya sueno muy fumada? Pues apenas es el segundo día. Esta experiencia esta intensa.
Luego de esto tuvimos otra clase con Rama, la profesora de asanas. Hoy estiramos bastante, mi pachimotanasana (flexión hacia adelante estando sentada) mejoró un montón con la ayuda de Rama.
Luego tuvimos el resto de la tarde libre porque ese es el horario de los sábados. Pero aparte de todas las clases que recibo también tengo que seleccionar 4 asanas (posturas) y 2 pranayamas (ejercicios de respiración) y mantener una práctica constante de ellos y al finalizar el curso presentar un reporte de como ha sido el avance. Yo cabal desde ayer había escogido pachimotanasana y en este tiempo libre escogí las otras 3 asanas que me faltaban: poorna dhanurasana (arco pero sobre el abdomen), adho mukha vrksasana (parada de manos) y poorna matsyendrasana (torsión estando sentada). A ver que tal me va, el reto más grande es adho mukha vrksasana, apenas la logro en mi práctica personal pero nunca la puedo sostener. Quizás para fin de mes ya pueda. Eso espero. Aún me faltan escoger los pranayamas, quizás escoga el que hice para ver mi adn, ese me gusto mucho.
Almorcé chapati, arroz con comino y vegetales como en algún curry pero no muy condimentado aquí la comida es medio desabrida porque es una dieta especial para la práctica entonces nada pica ni irrita el estómago. Y claro más té chai. Del té chai nunca me voy a aburrir.
Al terminar saque la ropa de cama que estaba en la lavadora y la colgué. Todos los alumnos tenemos que hacer alguna actividad en el ashram, ya sea lavar las ollas que se usaron para cocina, limpiar los cuartos y baños, pintar murales, hacer jardinería y cualquier otra cosa que se nos ocurra que pueda beneficiar la convivencia en comunidad. Esto es el karma yoga. Entonces hoy decidí que podía ayudar secando la ropa de cama de los cuartos del ashram. No fue una tarea difícil, debo de admitir que me fui por lo fácil. Pero quizás mañana se me ocurra hacer algo mejor.
Después me fui a mi cuarto y me encerré un rato. Me quede dormida. A las horas escuché que todos estaban organizándose para subir al techo. Vi hacia el cielo y encontré una hermosa, anaranjada luna llena. Se miraba gigante. No le tomé foto, creo que no se aprecia en las fotos. Pero igual no he tomado muchas fotos aquí, siento que me desconcentro si me pongo a documentar de esa manera.
Guruji nos había convocado para una meditación especial de luna llena y por eso todos iban para el techo. Fue hermoso y me siento privilegiada de haber podido vivir esta experiencia. Porque no es parte del pensúm del entrenamiento. Este fue un extra.
Guruji hizo un fuego y a cada uno nos dio un pedazo de popo de vaca. Aquí las vacas son sagradas, no es dicho, es real. Así que el popo también es sagrado. Él nos pidió que visualizáramos todas las cosas que nos pesan en la vida, nuestros problemas o cualquier cosa que nos quite la paz. Y luego nos pidió que lo tiráramos al fuego. Después nos pidió que nos sentáramos de frente a la luna con nuestras palmas hacia ella. Con cada inhalación inhalábamos el néctar lunar (así le dice él) y con cada exhalación sacábamos impurezas y locura. Fue algo muy poderoso, lindo y especial. Otra vez volví a temblar pero esta vez me agarro con ataque de risa. Se sintió super rico. Mientras el fuego se hacía alto y nos purificaba a todos. Fue hermoso. Al terminar la meditación nos dieron una cosa que se parece muchísimo al arroz en leche solo que este tiene mucho cardamomo y había estado recibiendo la energía de la luna también.
Luego bajamos a cenar, lo mismo que el almuerzo y más te chai. Me vine a mi cuarto a escribir esta entrada y ya me voy a dormir, estoy cansadísima pero feliz y en calma.
Cabal, Guruji me llamo enfrente de todos y me pregunto si quería pasar a enseñar algo. Me dieron tantos nervios y le dije que no estaba preparada. Es una mulada que me haya paralizado así porque si conozco más de algún asana, llevo un año de dar clases en Guate, no debería de pasarme esto. Si es obvio que conozco varias asanas. Pero no sé, mi mente se quedo en blanco. Me dieron demasiados nervios. Sentí mucha responsabilidad enseñar frente a alumnos que están super avanzados y frente a gente que lleva años de practicar. Pero mañana me tengo que animar, si o si.
Después de que los compañeros guiaran la práctica Guruji guío una meditación para desbloquear manipura. Este es el chakra que se encuentra en el ombligo. En este chakra guardamos el enojo y el miedo, la forma de expulsarlo es con exhalaciones fuertes con fuerza desde el abdomen. Hay que entrar primero en un estado de meditación y luego hacer estas exhalaciones. Fue super loco. Mi estomago empezó a moverse solito y mi cuerpo entero a temblar. Estos eran movimientos involuntarios, no era algo que yo podía controlar. Guruji solo me decía que lo sacará todo, que no me resista.
Fue algo así como cuando la gente en las iglesias evangélicas se tiran al suelo y tiemblan. A la larga ha de ser lo mismo, es pura energía fluyendo. No se trata de cierto dios en especifico. Sino de nosotros mismos, nosotros somos un pedacito del universo, nosotros somos dios.
Al terminar esta meditación regrese a mi estado normal de consciencia. Me sentía más liviana, estoy segura que en ese momento baje de peso. Esa meditación me dejo sonriente por el resto del día. Asombrada, agradecida y sintiéndome más limpia. Estas cosas son reales, la meditación es la mejor medicina. Hasta hoy lo puedo decir y creer con totalidad. Antes era un poco escéptica y no muy lograba llegar a estos niveles, pero este lugar y esta gente han sido mágicos para mi.
Después de esto fuimos a desayunar. Sandía, avena y más té chai. Luego tuvimos otra clase teórica en donde seguimos el estudio de Hatha Yoga Pradipika. Esta clase la dio la Dra. Abhinav. Desde que entré a la clase y la vi supe que era un mujerón, se le nota. Hoy estudiamos yama y niyama. Dos cosas muy importantes en yoga que todo el mundo en occidente olvida incluir o al menos no se enseñan lo suficiente. Son varias y no me voy a extender explicando todas. Pero a grandes rasgos yama es la conducta social de un yogi y como esta afecta a la sociedad. Esto tiene que ver con que comemos y como nos comportamos con las demás personas. Se me hace muy parecido a los 10 mandamientos del cristianismo solo que más concretos, menos confusos y más objetivos. Son 5 según Patanjali, uno de los padres del yoga sobre todo del ashtanga, ahimsa (no violencia), satya (hablar la verdad siempre), asetya (no robar), brahmacharya (castidad y control de los sentidos) y aparigraha (no ser una persona acumuladora). Estos yamas ya los había estudiando en mi entrenamiento de 200 horas de Guate pero estuvo bueno refrescarlo y aprender cosas nuevas.
Por ejemplo, la profesora dijo algo bien lindo, "siempre va haber lluvia pero nuestra sombrilla es ahimsa". Eso quiere decir que si vivimos de acuerdo a ahimsa eso va permitir que tampoco nos hagan daño a nosotros porque nuestro aura se va fortalecer y nos va proteger de manera que quien nos quiera hacer daño a la hora de la hora no va poder, nuestro aura/nuestras vibras lo van a ahuyentar. La violencia es la lluvia. La sombrilla es ahimsa, nuestra protección. Y eso sucede con todos los demás yamas, algo así como "lo que siembras cosecharás."
Ella dice que vivir de acuerdo a los yamas y niyamas hace que tengamos poderes. Poderes que cualquiera puede llegar a tener pero que primero hay que cultivarlos. Dice que cualquiera los puede tener porque todos somos dios, porque todos somos universo. Y como dice la frase en mi cuarto, somos uno cuando nos disolvemos en la consciencia suprema.
¿Ya sueno muy fumada? Pues apenas es el segundo día. Esta experiencia esta intensa.
Luego de esto tuvimos otra clase con Rama, la profesora de asanas. Hoy estiramos bastante, mi pachimotanasana (flexión hacia adelante estando sentada) mejoró un montón con la ayuda de Rama.
Luego tuvimos el resto de la tarde libre porque ese es el horario de los sábados. Pero aparte de todas las clases que recibo también tengo que seleccionar 4 asanas (posturas) y 2 pranayamas (ejercicios de respiración) y mantener una práctica constante de ellos y al finalizar el curso presentar un reporte de como ha sido el avance. Yo cabal desde ayer había escogido pachimotanasana y en este tiempo libre escogí las otras 3 asanas que me faltaban: poorna dhanurasana (arco pero sobre el abdomen), adho mukha vrksasana (parada de manos) y poorna matsyendrasana (torsión estando sentada). A ver que tal me va, el reto más grande es adho mukha vrksasana, apenas la logro en mi práctica personal pero nunca la puedo sostener. Quizás para fin de mes ya pueda. Eso espero. Aún me faltan escoger los pranayamas, quizás escoga el que hice para ver mi adn, ese me gusto mucho.
Almorcé chapati, arroz con comino y vegetales como en algún curry pero no muy condimentado aquí la comida es medio desabrida porque es una dieta especial para la práctica entonces nada pica ni irrita el estómago. Y claro más té chai. Del té chai nunca me voy a aburrir.
Al terminar saque la ropa de cama que estaba en la lavadora y la colgué. Todos los alumnos tenemos que hacer alguna actividad en el ashram, ya sea lavar las ollas que se usaron para cocina, limpiar los cuartos y baños, pintar murales, hacer jardinería y cualquier otra cosa que se nos ocurra que pueda beneficiar la convivencia en comunidad. Esto es el karma yoga. Entonces hoy decidí que podía ayudar secando la ropa de cama de los cuartos del ashram. No fue una tarea difícil, debo de admitir que me fui por lo fácil. Pero quizás mañana se me ocurra hacer algo mejor.
Después me fui a mi cuarto y me encerré un rato. Me quede dormida. A las horas escuché que todos estaban organizándose para subir al techo. Vi hacia el cielo y encontré una hermosa, anaranjada luna llena. Se miraba gigante. No le tomé foto, creo que no se aprecia en las fotos. Pero igual no he tomado muchas fotos aquí, siento que me desconcentro si me pongo a documentar de esa manera.
Guruji nos había convocado para una meditación especial de luna llena y por eso todos iban para el techo. Fue hermoso y me siento privilegiada de haber podido vivir esta experiencia. Porque no es parte del pensúm del entrenamiento. Este fue un extra.
Guruji hizo un fuego y a cada uno nos dio un pedazo de popo de vaca. Aquí las vacas son sagradas, no es dicho, es real. Así que el popo también es sagrado. Él nos pidió que visualizáramos todas las cosas que nos pesan en la vida, nuestros problemas o cualquier cosa que nos quite la paz. Y luego nos pidió que lo tiráramos al fuego. Después nos pidió que nos sentáramos de frente a la luna con nuestras palmas hacia ella. Con cada inhalación inhalábamos el néctar lunar (así le dice él) y con cada exhalación sacábamos impurezas y locura. Fue algo muy poderoso, lindo y especial. Otra vez volví a temblar pero esta vez me agarro con ataque de risa. Se sintió super rico. Mientras el fuego se hacía alto y nos purificaba a todos. Fue hermoso. Al terminar la meditación nos dieron una cosa que se parece muchísimo al arroz en leche solo que este tiene mucho cardamomo y había estado recibiendo la energía de la luna también.
Luego bajamos a cenar, lo mismo que el almuerzo y más te chai. Me vine a mi cuarto a escribir esta entrada y ya me voy a dormir, estoy cansadísima pero feliz y en calma.
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