El último día en el ashram. Tengo una
mezcla de emoción y melancolía. Hoy me toca dejar este lugar que
fue familia, fue hogar y que a la vez fue un lugar del cual me quise
ir muchas veces pero algo me mantuvo aquí.
Siento que esto es lo único bueno que
he hecho en la vida. Que todo lo que aprendí aqui nunca lo voy a
olvidar, a diferencia del colegio y la universidad. Puedo decir que
esto si me va ser útil.
Me levanté para mi última clase de
asanas. Una parte de mi va extrañar las madrugadas frías y oscuras
del salón principal, la energía del lugar, la disciplina que fluyo
de mi sin mayor obstaculo. Quiero ser para siempre lo que he sido
aquí este mes. Estoy decidida a dejar ir y a no pelear por lo
absurdo.
Hoy viene mi papa a mi graduación, es
la primera vez en la vida que va estar presente para algo importante
en mi vida. No ha estado presente porque no quisiera sino porque su
trabajo nunca lo ha dejado. Y yo he entendido, la vida de un
diplómatico requiere de muchos sacrificios. Gracias a él estoy aquí
y lo agradezco. Pero es mucha la emoción de saber que él va estar.
Es quizas, para mi, la parte más importante de este día.
La graduación fue en un salón lejos
del ashram. Somos el grupo número 175 de graduarnos. Mi papa es
invitado especial.
Llegamos al lugar y el escenario era
mucho más pequeño de lo que pensabamos que iba a ser y tuvimos que
adaptar nuestra rutina de yoga al espacio. Fue un buen ejercicio para
entender que de nada sirve estresarnos antes de cualquier
presentación. Nada empezó a tiempo y casi todo fue improvisado.
Pero para mi fue perfecto.
Presentamos la coreografía, algo que
JAMÁS me hubiera atrevido a hacer antes de llegar al ashram. Luego
pasaron a mi papa al frente junto a Guruji y nos fueron llamando uno
por uno. Mi papa entregaba el certificado de graduación y cada
alumno deba un pequeño discurso.
Este fue mi discurso:
Cuando llegue al ashram el futuro me
aterraba. Pensaba en tantas cosas que ahora me parecen tontas. Ahora
no sé aun que va traer el futuro pero ya no me da miedo. Mi mayor
aprendizaje aquí ha sido dejar que sucedan las cosas. Así que estoy
dejando ir todos mis malos pensamientos, mi estrés. Todo va estar
bien. Soy poderosa. Estoy completa. Estoy confiando en el universo y
todo lo que la vida me quiera dar. Estoy tan agradecida porque mi
papa pudo estar aquí conmigo para esto. Le debo este logro a él.
Gracias papa. Gracias a todos lo que me acompañaron en este
proceso, maestros y compañeros, aprendí mucho de cada uno. Gracias
a Guruji por guiarme y ayudarme a descrubrirme de una manera tan
increíble. Namaste.
Tuve que dar el discurso en inglés.
Algo que nunca me hubiera atrevido a hacer hace unos meses. Pero hoy
no fue tan tortuoso.
Pasaron los demás alumnos a recibir su
certificado y a dar su discurso y cuando todos pasaron llamaron a mi
papa para que diera unas palabras.
Lloré. Se me agrando el corazón con
sus palabras. Dijo que no había llegado para hacer presencia como
embajador sino como mi papa. Que por su profesión no había podido
estar presente en otros momentos importantes para mi vida, pero que
hoy estaba aquí para mi.
Eso era todo lo que necesitaba
escuchar. Estoy tan feliz.
Al terminar el acto mi papa tuvo que
irse de regreso a Delhi y Franc y yo agarramos camino para Mumbai,
ahí estaremos un par de días y luego regresamos a Delhi.
Es ahora cuando empieza todo. Es fácil
balancear el cuerpo y la mente estando en un ashram. Es ahora cuando
toca poner todo en práctica. Estoy lista.
Aquí se acaba mi vida en el ashram.
Pero sigo conectada a ésta familia. Gracias por leerme y acompañarme
a distancia. Espero les haya sido útil.
Hari Om.